Vida Consagrada
Como miembros del Instituto Misionero de la Santísima Trinidad (BTMI), vivimos en el mundo y aspiramos a perfeccionarnos llevando el mensaje de la caridad y amor de Dios. Dedicamos nuestra vida al Senor con la profesión de los tres consejos evangélicos: castidad, pobreza y obediencia. Esta forma de vida fue reconocida por el Papa Pío XII a través de la Constitución Apostólica llamada “Provida Mater Ecclesia”; en 1947 y ratificado en el Concilio Vaticano II en 1962.
Los miembros del Instituto somos laicas consagradas, que vivimos nuestra vida apostólica en el mundo. Trabajamos en varios trabajos. Vivimos en nuestras propias casas y concentramos nuestros ministerios en donde Dios nos ha colocado. Nuestras obras apostólicas se encuentran entre aquellos con quienes tenemos contacto "en la providencia de nuestra vida cotidiana. Puede ser con los jóvenes, con los enfermos, con los ancianos, con familias enteras, muchos pobres de espíritu y de bienes materiales, etcétera. Sirviendo de testigo del Amor de Dios.
Regla de
vida
Seguimos una Regla de Vida, asistimos diariamente a la Celebración Eucarística, oramos, reflexionamos y meditamos en lecturas espirituales.
Asistimos a retiros de cada una de las ramas de la Familia Misionera Cenaculo (MCA, MSBT, ST), apoyando sus misiones y programas.
Nuestra vestimenta
Nuestra vestimenta responde al trabajo que hemos elegido, ya sea como maestras, psicólogas, enfermeras, domésticas, etc., lo importante es que nuestra forma de vestir sea prudente, discreta y sencilla, según nuestra consagración. Nos centramos en nuestra misión, la preservación de la fe, entre los pobres y abandonados en la providencia cotidiana que Dios nos da.
Nos reunimos cada mes para renovar nuestra espiritualidad, carisma y apoyarnos mutuamente. Vivimos fraternalmente sin vivir en comunidad, reflejando un ejemplo de comunión;
Somos levadura evangélica para el mundo viviendo radicalmente nuestra fe, comprometidos con la sociedad y la evangelización. Compartimos nuestro carisma fundacional y espiritualidad con las otras ramas de la Familia del Cenáculo Misionero, así como tradiciones, devociones y partes de nuestra Regla de Vida.
